BITE ME IF YOU CAN - Muerdeme si puedes
Espero que en breve pueda ir colgando los siguientes capítulos de esta apasionante saga, deciros que ya se ha comenzado con la traducción del siguiente, o sea el 6º libro de los vampiros de Argenau, titulado "Bite me if you can", la traducción a español sería algo así como "Muerdeme si puedes", y promete ser tan interesante como los libros anteriores, para que os engancheis un poco os dejo unas pocas frases del 1º capítulo. aquí van:
Leigh estaba tan solo a unos ciento cincuenta metros de su casa cuando escuchó unos pasos que hacían eco con los suyos. Al principio no pensó nada sobre ello. Estaba en Kansas. Nunca ocurría nada allí, especialmente no a las cinco de la mañana. Hasta Dorothy y Toto tuvieron que ser recogidos por un tornado y llevados a otro lugar para que una aventura se cruzara en su camino.
Por supuesto, esto era Kansas City, no un pequeño pueblo en algún lugar remoto. Había crimen en la ciudad. También eran las cinco de la mañana y era una mujer que caminaba sola por una calle oscura que –si bien se encontraba en una zona residencial de viejas casas familiares– estaba también a solo unos doscientos metros del punto principal del centro de la ciudad donde personas sin hogar y drogatas acostumbraban a concentrarse.
Un escalofrío de inquietud se deslizó por la espina dorsal de Leigh cuando tomó consciencia de que las pisadas detrás de ella habían tomado velocidad y se estaban acercando. Había recorrido esta ruta cientos de veces los pasados cinco años y jamás se había sentido amenazada... Y no le gustaba sentirse así ahora. Diciéndose que debía calmarse, trató de recordar lo que había aprendido en la clase de defensa personal, pero, por supuesto, ahora que lo necesitaba, su cerebro estaba bloqueado al respecto.
¿Acaso no era lo que pasaba siempre?
Sintió que sus músculos comenzaban a tensarse cuando las pisadas continuaron acercándose cada vez más y temió que, si no hacía algo pronto, podría ser demasiado tarde.
Ese pensamiento la animó a la acción. Cambiando de dirección, Leigh giró hacia el bordillo para cruzar la calle, lanzando una mirada indiferente hacia atrás mientras lo hacía, como si verificara el tráfico. Lo que vio no la tranquilizó. La persona que se acercaba era un hombre; alto, esbelto y vestido con ropa oscura. No podía ver su cara, sin embargo; estaba en sombras, gracias a la capucha de su chaqueta. Todo lo que había logrado con su rápido vistazo había sido sentirse aún más incómoda, más tensa. Más asustada.
Actuando como si no se hubiera sentido nerviosa por su presencia, Leigh empezó a considerar y descartar las posibilidades sobre qué es lo que debía hacer ahora al otro lado de la calle. Una mirada alrededor de la oscura calle residencial le dijo que estaba sola, no había ningún automóvil o peatón a la vista. Ninguna ayuda.
Debería haber tomado un taxi a casa, reconoció, pero nunca antes había tenido ningún problema, ¿por qué debería haber pensado que esta mañana sería diferente? Además, era demasiado tarde para excusas, no iban a atraparla en este lugar.
Leigh sintió que su corazón se encogía cuando los pasos la siguieron al otro lado de la calle. Ahora su mirada era desapacible mientras exploraba las casas que pasaba, buscando cualquier señal de vida, tratando de deducir a cuál debería acercarse en busca de ayuda. Esta era una silenciosa calle residencial, las casas estaban a oscuras, la gente en ellas debió irse a dormir hace mucho y todavía no se habían levantado. Parecía ser la única persona en esta área que trabajaba tarde y todavía permanecía de pie.
Esto solo es el inicio del 1º capítulo, más adelante en el mismo capítulo:
–Hola, Leigh. Donny me ha hablado mucho ti.
Sonrío, y ella vio que sus caninos se deslizaban hacia abajo y hacia adelante para moldear dos colmillos afilados.
Alguna parte de su mente se apagó ante la visión, diciéndose que no era real, que no estaba lista para aceptarlo como real y que era mejor que se fuera a dormir ahora mismo. Pero se echó hacia atrás cuando el hombre se arrojó abruptamente hacia ella, envolviéndola en la oscuridad que parecía rodearlo. Sintió un pellizco sobre su garganta, luego la excitación y el placer se precipitaron en ella como una droga.
–Ah, –se quejó Donny desde algún sitio más allá del hombro que obstruía su vista–. Quería ser el que la mordiera.
Leigh parpadeó ante el sonido reverberante de su voz, incluso mientras el placer la invadía se tambaleó y el hombre ante ella farfulló algo contra su garganta.
– ¿Qué? – preguntó Donny. Moviéndose hacia la vista mientras daba un golpecito en el hombro del hombre–. ¿Qué dijiste?
El hombre, susurrando otra vez, dijo algo que sonó como:
–– ¡uh!
Entonces levantó la cabeza con impaciencia y miró furioso por encima de su hombro a Donny.
– ¡Cállate! –siseó y un pensamiento se filtró en la mente de Leigh, Ohh, qué había dicho.
–Soy el amo vampiro–, espetó–. Soy el único que engendra nuevos hijos de la noche.
Los ojos de Leigh se abrieron ante sus palabras. ¿Vampiros?
Supuso que era difícil no aceptar eso cuando los colmillos del tipo estaban destellando con cada palabra y había sangre sobre sus puntas. La suya, presumió. Podía sentir el tibio líquido bajar corriendo por su garganta y mojar la parte delantera de su blusa blanca. Manaba desde el lugar donde la había mordido y sospechaba que era sangre, si... ¿Un vampiro? Está bien. ¿Pero “Hijo de la noche”? Eso parecía sacado de una mala película de terror.
Allí fue cuando se dio cuenta de que podría haberlo perdido. Tener tales ideas en la mitad de esta situación no parecía demasiado próspero. Desafortunadamente, se dio cuenta de que no sólo era su cuerpo lo que no podía controlar. Su mente se sentía mareada, como si le hubieran dado un tranquilizante. Sus pensamientos eran sobre sí misma, pero no parecía sentir demasiada preocupación sobre lo que estaba ocurriendo. Mientras su mente no cesaba de gritarle que huyera de allí, no parecía ser capaz de manifestar el miedo o siquiera la energía para gritar.
–Eso es porque estás bajo mi control, –anunció el hombre que la sujetaba, como si leyera sus pensamientos y Leigh supuso que lo había hecho. ¿No se suponía que los vampiros podían controlar las mentes de sus víctimas? Por supuesto, también se suponía que eran seres irresistiblemente atractivos y halagadores. Desafortunadamente, Donny era sólo un tipo pelirrojo y pecoso, común y corriente y el «Sr. Yo soy el Amo Vampiro» no era particularmente apuesto... O carismático o, nada por el estilo. Realmente, era todo algo decepcionante cuándo pensaba en ello.
Un gruñido bajo hizo que centrara su atención en el «Sr. Maestro Vampiro» y notó con un poco de preocupación que parecía un poco enfadado.
–Cambiarás tu forma de pensar, –gruñó mirándola fijamente a los ojos–. Me querrás de manera incontrolable, me desearás más que nada en este mundo, me obedecerás sin dudar.
Bueno cuando termine de subir el 5º , comenzare a subir el 6º, pero de momento queda esperar.
No por mucho tiempo.