Acababa de levantarme. El último resplandor del sol perduraba y no tenia importancia que oscuras nubes cubrieran el cielo. Igualmente la luz me cegaba... demasiado temprano para mi.
Añore la suave frialdad del satén. Pero era inútil, ¿Como descansar en paz en tales circunstancias?
Leon, mi creador y sobreviviente más antiguo de nuestra casta, se dejaba morir. Era un golpe duro e inesperado para todos nosotros.
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